¿Esas historias que leemos, las sonrisas, los peligros, los arreglos fallidos, los encuentros finales?
¿Existe ese amor increíble que parece irreal, que nace de una mirada y quema todo a su paso, hasta encontrar la felicidad?
Dime: ¿eso es lo que nos pasa a nosotros?
Sé que sólo en lo sueños ese amor es real. Pero tú tienes magia en la mirada, que me embarulla los pensares; y en esa voz, que teje embrujos que me obsesionan. Y te has metido en mis sueños sin permiso y sin ganas de irte. Y me susurras palabras de amor.
Dime, ¿tú eres un cuento de hadas? ¿Acaso eres un príncipe encantador que me encanta y me desencanta y me deja jadeante pidiendo más?
¿Seremos el último renglón, la última frase de una historia que no parece tener final?
El amor, ese que has hecho nacer en mí, que fluye desbaratando todo a su paso: mi pensar, mis sentidos, mi entero sentimiento, ¿es tan hermoso como parece? ¿Es tan seguro como aseguras? ¿Sabe que no sabe que ama?
El amor, ese que parecía de cuento, es tan real que casi lo toco con los dedos cuando te abrazo y cuando te respiro y cuando, juntos, rodamos por la hierba mojada llena de risas. De las tuyas y de las mías.
Dime, ¿es verdad que este amor es real? ¿Que hay un cuento de hadas para nosotros dos y que hoy nos rodea?
Dime: ¿mi corazón es tuyo y late en mis manos? ¿Mis besos son tuyos y se llenan de tus sueños? ¿Es verdad que habito en tu piel?
¡Oh! El amor ideal, ese amor irreal, parecía un sueño… Y sin embargo aquí estás. Juntos, junto a mí, junto a ti. Juntos. Unidos con pegamento de escarcha. Y risas.
Sólo en sueños creí ser tan feliz. Sólo en sueños imaginé que las caricias fueran tan quemantes y la pasión tan abrasadora. Sólo en lo cuentos de hadas pensaba que la vida se hacía mágica y que cambiaba todo de repente. Hasta que te conocí.
Sé mi príncipe encantado. Que yo seré la magia que una nuestras manos.
¡Oh! Sé mi sueño preciado, que yo seré la noche que nos abrigue y nos encante, el mar en calma que nos arrulle y la hierba que nos sostenga.
Dime: ¿así es el amor?
Dime: ¿así es nuestro amor?
Pues ven, no esperes más, y acércate. Abrazémonos. Besémonos. Amémonos. Escribamos juntos las líneas de un cuento de hadas lleno de felicidad.