Thiagosurfeiro: fresca mirada/ Thiagosurfeiro: A Fresh Look.

Arte/ Art, Lo que he visto/ What I've seen, Música/ Music

Sweet Disposition. The Temper Trap.

  d0857198e10211e283e322000a9f1948_7Nadie como Thiagosurfeiro para mostrarnos la belleza escondida y reflejada de una ciudad. No hay detalle, claroscuro y lozanía que no sepa reflejar, con esa mirada plateada, y que no sea atractiva.

   Thiagosurfeiro atrae a la superficie todo el potencial de belleza que guardan los rincones mil veces vistos de una ciudad. Nos hace contemplar, con esa fresca mirada suya, detalles que se pasan por alto, destellos que obviamos por comunes.

   Nada en la mirada de Thiagosurfeiro es baladí. Un palacio, una construcción secular o una esquina abandonada; es capaz de teñir de novedad cada refracción de luz, cada azulejo, un rastro de pintura desconchada y el inmenso mar plateado que surca sobre su tabla de surf.

   Y nada sabemos de él, nada que no deje traslucir cada uno de sus comentarios, siempre dispuesto, siempre educado, lleno de amabilidad y también, muchas veces, de picardía. Es un soplo de aire fresco en Instagram que no necesita más que sus fotos para envolvernos con el calor de su ánimo y la frescura de su mirada.

   Si hay algo que es Thiagosurfeiro es refrescante.

   Madrid es su ciudad. Pero La Coruña, su terruño y Galicia por ende, caen en su embrujo, y como podemos ver en su página, también todas las ciudades por donde pasa.

   Con el talento pasa lo mismo que con la Belleza: se ve, se siente, se descubre. Iago nos va desvelando poco a poco ese duende que lo destaca y que lo hará llegar, si él quiere, adonde desee.

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Amor despeñado/ Love in the rocks.

Arte/ Art, El día a día/ The days we're living, Música/ Music

   226e8604eecb11e29a1a22000ae80024_7Podría decir que te extraño.

   Mejor: podría decir que te olvidé.

   Amor despeñado, mi corazón sigue yaciente y herido, sangrando lento y desvergonzado por ti.

   Te di mi alma, te di mis sueños. Pediste mi corazón y yo te di mi vida. Y deseé creerte hasta hacer de ti mi fe, y hasta mi eternidad te la regalé, en ese desengaño que es el amor.

   Amor, ese cruel fantasma.

   El que me tenías, sin duda. Y el que siento por ti.

   Porque nada puede hacerme más daño que recordarte. Amor despeñado, no hiciste nada para cuidarme y mucho menos para sanarme.

   Amor loco, lleno de tormenta. Amor que absorbe, que deshace, que desprende y deshilacha uno a uno los estambres de una vida normal.

   Podría decir que me engañaste; podría decir que te soñé. Pesadilla y mentiras, con esos trazos puedo dibujarte.

   Podría decir que me embrujaste; podría decir, sin temor a error, que me comiste las entrañas de deseo y entrega.

   Pero faltaría a la verdad.

   Yo te deseé, amor despeñado. Yo quise creer en ti. Yo quise tenerte y absorberte y olvidarme entre tus brazos y gozar en tu piel.

   Yo anhelé ser más de uno contigo cerca; yo soñé que la perfección era posible.

   Pero nada lo es.

   Nada que tenga que ver contigo ni conmigo.

   Ahora suena la canción del olvido. Y el dolor mece mi sueño despedido y la calma que una vez creí sentir a tu lado.

   Todo sabemos cuál es…

   Amor despeñado, no ha habido más sorpresa que mi propio dolor.

   Y ya no quiero mentirme. Ya no.

   Ahora quisiera olvidarte, o perderte o ignorarte. O morirme o alejarme. Todo lo que te borre para siempre de mi vida.

   Amor despeñado, rodeado de los trozos de un corazón roto, ahora sólo quiero volver a reír.

   Reír lejos de ti.