Galeradas/ Galley Proof.

Arte/ Art, Libros que he leído/ Books I have read, Literatura/Literature

   Galley Proof es la nueva novela de Eric Arvin. Y como siempre en él, el núcleo central del relato va más allá de la mera historia de amor. O la historia de amor no es más que una excusa para desarrollar personajes floridos, llenos de matices, heridos y voluntariosos; prendados en la mitología del autor y, debido a esto, sometidos a fuerzas telúricas que arrancan siempre del exterior pero que todo lo arrasan, para dar paso a una libertad pura, libre de cualquier sentimiento de ansia y lleno de alegría.

   Con todo, este nuevo relato más en la línea de Simple Men, pero a la vez mucho más maduro, nos muestra a un Eric Arvin que crece, dejando atrás el ambiente del College norteamericano. Sus protagonistas son hombres que viven el mundo adulto, que trabajan y que desean y que, secretamente, esperan el momento adecuado para florecer. La historia que se teje entre el escritor Logan, cuyas rutinas se alteran lentamente luchando contra el bloqueo del escritor, y de Brock, su editor y objeto de secreto deseo, nos lleva por los meandros tranquilos y simpáticos de una escritura ligera, que se lee con avidez; florida, como todos sus relatos, llena de un inglés preciosista y brillante, certero y siempre redentor. Si algo hay en Eric Arvin es su amor por todo lo que escribe: no hay ningún personaje, por desviado y cruel que sea, que no termine redimido (como ocurre en Woke Up In A Strange Place, por citar el ejemplo más reciente); nada hay en el mundo de Eric Arvin vacío de contenido y, por lo mismo, inútil; y todo tiene cabida: personajes de otras historias, como los de Subsurdity o la ya citada Simple Men; algo de ese realismo mágico tan de The Rest Is Illusion, para mí su mejor obra; y la recurrencia continua a ecos de su propia vida, escondidos pero entrañables, que el lector avezado en sus libros puede encontrar y disfrutar como nuevos encuentros inolvidables.

   Y he ahí lo que me ha gustado de Galley Proof: todo es distinto, todo evoluciona. Logan, un escritor atascado en sí mismo; Brock, un editor que huye de un pasado; ambos, dos hombres jóvenes que desean liberarse de sus cadenas desconocidas y que se aventuran con miedo a veces y con mucho humor, en el descubrimiento de un amor que los hará diferentes y los llevará al vértigo del cambio y, por lo tanto, a la libertad.

   Galley Proof es un dulce caramelo, un divertimento mucho más serio de lo que parece, lleno de esperanza y de fantasía, la fantasía que hace de Eric Arvin un escritor fresco, creativo, productivo y siempre, siempre, digno de leer.

   Galley Proof is Eric Arvin’s new novel. And, as always, the central core of the story goes far beyond the story itself. Or, if you like, the core of the story is more than an excuse to develop such great and strong characters, each one of them baptized in his author’s own mythology and, by this, make them to develop and to change, always, in search of freedom.

   Though more in the line of Simple Men, Galley Proof is a more mature story, maybe it is the most mature book of Eric Arvin till now. The characters are not frat boys anymore: they are grown up men looking for something. And that something is what Logan’s and Brock’s story is about. Logan, a writer with a fierce and an unknown force inside him pushing to flourish; Brock, the handsome editor, in the verge of a desired change that he’s afraid of, intertwined in a very poetic, humouristic, and brilliant prose in a very Arvin’s style, are the main center of the story. But they’re not alone in this new adventure. They will be face off to other characters that are known by us, and doing so, Eric Arvin just draw his very own creative world in an eternal loop of constant change. One of his wonderful and main characteristics as a writer.

   Doing so, he intertwined Subsurdity and Simple Men and, even so, The Rest Is Illusion (he cannot be himself without a glimpse of the magic realism he’s so in love with.) And doing so, we find some glimpses of his very own life, wisely hidden in the branches of a love story that is far from a love story but just a perfect one indeed.

   And that’s what I liked about Galley Proof: everything changes, everything develops. Logan needs to change to activate his writing but his life; Brock needs to leave his past behind; both of them need to open to each other to find a nestle to build this wonderful love full of passionate sex and tenderness and comprehension and, once again, redemption and freedom.

   Lovely, fresh, funny, full of Eric Arvin’s places and wonders, Galley Proof is just a delight, a candy stick, a sweet gellato to enjoy and to re-read over and over again.

El Escritor Constante/ The Constant Writer.

El día a día/ The days we're living, Libros que he leído/ Books I have read, Literatura/Literature

   Eric Arvin by Amy ArvinEric Arvin entró en mi vida por casualidad. Supe de él navegando por internet y me interesé por lo que hacía y por su personalidad, que sobresalía claramente entre las líneas que él mismo había escrito sobre su persona. Y después me olvidé de él. Hasta que un día él se acercó intrigado ante ese personaje salido de la nada, a años luz de su vida, en la Norteamérica rural, y se interesó por mí con esa inquisitiva familiaridad que tiene para entablar relaciones duraderas.

   Desde ese día fuimos tanteando gustos, confirmando afinidades, ampliando los límites de nuestros mutuos mundos, y disfrutando de un encuentro casual pero fructífero, al menos para mí sin ninguna duda.

   Eric Arvin es, entre muchas cosas y por sobre todo, escritor. Su prosa es lírica, llena de una belleza atractiva, física, tierna pero resuelta y, por sobre todas las cosas, redentora. Ama a todos sus personajes, y quizá incluso con mayor fuerza a los más oscuros, y establece a través de ellos, probablemente de forma más que inconsciente, ese lazo con lo divino que parece escapársele en su día a día.

   Pero el mérito de Eric Arvin no es sólo que escriba, y que lo haga bien, si no su portentosa capacidad creativa y su inmensa capacidad de entrega. Siempre está creando, siempre está escribiendo. Es un océano de creatividad que se sobrepone a dolencias físicas, a pesadillas anímicas, a los desafíos nimios del día a día. Hace de la escritura una metáfora de su propia vida en todos los sentidos: nunca sabemos cuándo comienza lo real y cuándo lo imaginado en sus libros; nunca sabemos cuánto de su sufrimiento, de sus muchas dudas, de sus pesares desemboca alambicado en esa prosa de oro ni cuánto empeño pone, día tras día, en crear mundos maravillosos, incansables, inamarcables y esperanzadores.

   Porque eso es Eric Arvin: un escritor constante, un escritor con esperanza y amor por lo que hace; un hombre comprometido hasta su corazón con lo que ha elegido para vivir. Y es un ejemplo para mí.

   He leído casi todo lo que ha publicado, como hago con aquellos escritores que me atrapan. Soy un seguidor fiel. Sus libros tienen más en común de lo que a simple vista podemos encontrar en sus diferencias. Porque en todos ellos late el corazón de la redención, del amor perdido y encontrado por fin, del abismo de la enfermedad, del dolor del abandono y la alegría de encontrar, en medio del peor de los escenarios, la verdadera razón que nos impulsa a seguir con vida.

   The Rest is Illusion es su primera novela, y es una historia de amor a cuatro bandas; de descubrimientos; de aperturas; de aceptación y de redención suprema. Está escrito con sapiencia, con amor y con un lenguaje tan elegante como fresco, tan preciso como etéreo. Subsurdity es un divertimento, un vodevil que esconde en su interior historias desgarradas, miedos hondamente afincados y, nuevamente, la redención a través del reencuentro con uno mismo y con la persona deseada. Slight Details and Random Events es un compendio de cuentos cortos que encierra, como la semilla en el interior del fruto, una tierna y dura historia de amor que queda inacabada como ocurre casi siempre con los encuentros anhelados de nuestra vida. Y Mr. Right Now posee entre sus páginas el mejor cuento corto que yo le haya leído hasta la fecha, pues su protagonista, Deacon, logra inmiscuirse en nuestro corazón a través de las pocas líneas que este relato nos brinda de su vida como si fuera un regalo caído del cielo.

   Estimo mucho a Eric Arvin. Tengo el placer de decir que me enseña muchas cosas. Algo en mi interior siempre ha deseado poder devolverle tamaño favor con regalos igual de semejantes. Es una carrera que comienza, es un trabajo de día a día, es un ejemplo a seguir de enterza y constancia. Es un jardinero fiel de su arte, y como tal merece ser seguido, porque pronto nos sorprenderá con una obra maestra. y me gustaría estar a su lado para poder disfrutar de ese éxito que supondrá la vuelta de una prosa artística, etérea y musical, y de la exposición de puros sentimientos en el mercado actual, saturado ya de muchas líneas huecas y vanas historias carentes de la pureza necesaria, y de la magia necesaria, para hacernos soñar.

 

   I do like Eric Arvin. We met on line, searching for someone interesting to talk to and to share opinions about life and art and music and books. He found me, emerging in my life asking direct questions about my favourite authors (having much points in common with his.) Since then a kind of strange relantionship was on.Eric Arvin by Amy Arvin

   I learned about his work, the passion he puts in almost anything he does, the fight and struggle he lives in everyday, and the most admirable quality I can point in him: his constant surrender to his passion, that is writting. Because Eric Arvin is an author, a very fine and pure indeed. His prose is pure poetry, soft and direct as a gentle breeze, and its made with the most pure gold.

   I have read all his published work until today (I wish he allows me some day to read all his body of work) and I love each one of his books. In The Rest is Illusion we can find a love story with four squares but, most important of any, a rendemption tale, a narration of liberation from the darkness side of the human beign to his pure spirit, to the last freedom.

   Because Eric Arvin loves what he writes, so he loves every character he creates, and give to them all the opportunities to redifined their lifes, to refresh their facts and let them the wonderful grace of rendemption. He is closer to God that he ever thinks he is, but let’s don’t say it to him yet.

   In Subsurdity we find the same prose: sweet, inconoclastic and funny, but disguising a more deeper tale of fear, self acceptation and, once more, rendemption to love. He is capable to buid the most romantic love couples no matter which gender, which race or which sex they share.

   In Slights Details and Random Events, we can find a bunch of short tales written with this marvelous prose that transforms itself into angelic draws in the center of the book with a tale of inconclusive love, as they are in real life as well. And leaves us thirsty for more.

   And, finally, in Mr. Right Now, we could find the most beautiful short tale I’ve read from him until now: Deacon Decides. He is capable to make us fall in love with Deacon in so short time, that his reaction towards what he wants and  his fearless abandon to the Now is just a pure sense of joy.

   Eric Arvin is an avid artist, and even he has to struggle with so many things in his life, none of them easy, he shows us the most powerful virtue of all: constancy. And I’m proud to know one of the most prominent young authors English market is in need for, so full of bored bad written pages, follow obsolete clichés and unconstantly stories.

   He is a constant writer. And I admire him for it.