¡Feliz 2013!

El día a día/ The days we're living

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Adiós.

Arte/ Art, Los días idos/ The days gone, Música/ Music

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Lo que Goldie esconde/ What Goldie Hides.

Arte/ Art, Lo que he visto/ What I've seen

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En el programa de televisión norteamericana Inside The Actors Studio se descubren los mimbres y el tejido interno de los actores que trabajan habitualmente en los EEUU como actores de la mano de una fuerza intelectualmente creativa como es James Lipton, a través de clases magistrales que sirven de ejemplo para los alumnos de dicha escuela.

En general, he descubierto personas maravillosas tras el disfraz del personaje público en los episodios que he visto. La mayoría de ellas llenas de fragilidad y de gran ternura e inteligencia (algunos ejemplos me vienen a la memoria como Sharon Stone, Halle Berry, John Travolta, Michael J. Fox, Bette Mildler, Salma Hayek, George Clooney) pero éste en particular, con Goldie Hawn, es como oro puro. Por cómo es, por lo que siente, por cómo lo expresa y por lo que deja entrever.

Así que le cedo el espacio a esta marciana de la vida para enseñarnos un poco de su arte y de su forma de ver la vida. Espero les guste como a mí.

Aún hay algo entre los dos/ Yet…

El día a día/ The days we're living, Música/ Music

   16d722ea42b111e2854522000a1f9e45_7Te llevo mirando un buen rato.

   No es que haya mucho que hacer, la verdad, una tarde como ésta.

   ¿Desde cuándo nos conocemos? ¿Y cuánto tiempo llevamos juntos? Unos años ha, y las cuentas ya no me salen más.

   Y sin embargo, aún hay algo entre los dos.

   Lo siento. Lo sé. A pesar del tiempo que ha pasado: has perdido pelo; confieso que hace tiempo que tus entradas dejaron paso a una autopista enorme. Y esa gallardía que tanto me atraía…, vamos, restos hay, pero…

   Ya no hablamos como antaño. Ya casi ni nos tocamos. Usamos los mismos temas de conversación una y otra vez y las cuentas de la luz, del agua, del gas, de la hipoteca…. A veces nos peleamos, siempre por tonterías. Y tus galanterías, ya perdidas, de vez en cuando aparecen y un resplandor ilumina mi memoria y te veo sonriendo permitiéndome el paso o recogiendo un pañuelo caído al suelo y tomándome de la mano para cruzar una calle o para asegurarnos que estamos uno junto el otro.

   Quizá no debería decirte esto; tal vez te enojes o no seas capaz de verlo como lo hago yo. Pero extraño tu calor y la galanura que me hizo enamorarme de ti. Y esos detalles pequeños que hacen divina la convivencia: recién afeitado oliendo a perfume; la mañana ocupada y las tardes de paseo por el parque; y de noche sin pegar ojo, oyéndonos, oliéndonos y queriéndonos con algo más que con los sentidos.

   Extraño todo eso que éramos. Te extraño tanto… Y aunque las cosas deben cambiar, estás ahora tan abandonado: viendo la tele, sin afeitar, el polvo acumulado por todos lados; un libro a medio leer y las rosas, siempre tan hermosas, marchitas ya.

   Y tengo que decírtelo arriesgándolo todo, porque creo que aún hay algo entre los dos que no deberíamos dejarlo perder.

   Mírate, mírame. Separados por un océano de días compartidos, y sin embargo juntos todavía, con ese pegamento del cariño diario, de los desacuerdos y, lo sé también, de un amor que ahora palidece y se escapa.

   ¿Cómo no amarte? Si eres el mismo chaval que me dijo un día que me quería cinco minutos después de conocerme; si eres el mismo que, tocándome, me enseñó el espacio cuajado de estrellas y que hizo de la poesía un canto del día a día.

   Y me he preguntado qué hacer y dónde está el problema. Si lo ves en mí, dímelo y veremos qué hacer. No te escondas en el baloncesto o en el inglés; háblame y escúchame; cambia conmigo las rosas del jarrón y limpia conmigo la acera del jardín, y acerquémonos lentamente a la playa otra vez a reírnos del baile del mar y, con el ritmo de las olas, arrullarnos en un rumor de abrazos y besarnos chiquito y dulce como cuando éramos pequeños y nos enamoramos sin saber qué hacer y sin esperar nada más que el puro presente de estar juntos.

   Porque te veo, el tiempo pasado y la juventud ida, y sé que aún hay algo entre los dos. Un amor abollado pero todavía hermoso; un amor, amor, que aún late por ti. Y por los dos.

¡Feliz Navidad!/ Merry Christmas!

El día a día/ The days we're living, Los días idos/ The days gone, Música/ Music

Feliz Navidad

 Para todos los conocidos de lejos y de cerca; aquellos con los que no compartimos ya casi nada salvo el recuerdo iluminado de un tiempo de vida en común; aquellos que forman parte de nuestro presente; los que van y los que vienen, los que vuelven y se quedan y los que han llegado para estar por siempre.

   Cada año es un día, cada día una nueva oportunidad. Pérdidas y ganancias se acumulan y se diluyen dejándonos marcados a veces y a veces más ligeros que nunca. El mundo, España, nuestras ciudades y los pueblos donde vivimos también lo harán. Sabemos fórmulas mágicas, sospechamos soluciones, nos frustramos por la aparente cicatería dirigente y nos agobia la realidad. Eso también es Navidad. Porque Navidad es vida y también necesita de un tiempo para curar.

   Para los afortunados que no necesitan nada; para aquellos que se han dado cuenta que, a pesar de las dificultades, siempre hay una salida, una mano amiga muchas veces anónima; para los desafortunados que nada tienen y a todo aspiran; a los que falla la Salud, el bien más preciado y olvidado; a aquellos que no tienen amor y  a veces no lo ven; a los que aman siendo amados, los que llegan al fin y nos han dejado, y los que están, en el paisaje mudo del día a día, Feliz Navidad.

   A todos, porque el amor es así, Feliz Navidad, un año más.

¿Cómo curar un corazón herido?/ How Can You Mend A Broken Heart?

Arte/ Art, El mar interior/ The sea inside, Música/ Music

   _DSC6761c¿Sabes? He intentado que pasara desapercibido. De verad, me ha costado. Sonreír sin ganas gasta mis energías. Siento que me saca el azúcar, que me deja sin deseo alguno. Y yo ya no tengo muchos.

   ¿Sabes? No quería que nadie lo supiese. Como si se pudiese tapar el sol con un dedo. La tristeza se desborda, chico, y es difícil detenerla. A veces se me dispara por los ojos y lloro. Y me avergüenza porque la gente mita hacia otro lado, como si fuese algo malo, como si tuviese la peste. Y después están los amigos, que se abalanzan con buenas ganas pero pasajeras, como por cumplir.

   No siempre es así, claro, pero como si lo fuese.

   Por eso no quería decirlo: forzar a alguien al cariño es una labor tan infructuosa como arar en la arena. ¡Oh! Lo he intentado, créeme.

   ¿Cómo curar un corazón herido?

   Si lo supiera…

   ¿Cómo hacer que las pupilas dejen de manar y que la tristeza se desdibuje en la boca?

   No lo sé…

   Y no quería que lo supieras, eje de mi vida, causa de mi dolor, motivo de mi sinrazón, causa de mi tristeza. Pero al final he tenido que hacerlo y no me has dicho nada.

   ¿Cómo curar un corazón herido?

   No lo sé…

   Pero tú sí sabes y no has querido. No me has amado ni me has dejado libre. Me saludas y no me abrazas. Y dejas que te bese sin decir nada.

   ¿Cómo hacer que me olvide de ti? ¿Cómo pasar página?

   No lo sé…

   Y ahora que todos se han enterado, me ven con el mundo detenido y se encogen de hombros o me dan palmadas o me dicen que ya se arreglará, como si un clavo sacase a otro clavo y en el corazón, ese corazón noble que se engaña tan fácilmente, no quedase la herida para siempre de un amor rechazado, la cicatriz singular de un dolor enorme que detiene su latido y lo deja vacío y sin ganas de más.

   De más amor.

The Way We Were.

Lo que he visto/ What I've seen