When Breath Becomes Air: intensa mortalidad.

El día a día/ The days we're living, El mar interior/ The sea inside, Libros que he leído/ Books I have read, Los días idos/ The days gone

images

Paul Kalanithi siempre estuvo interesado en la Muerte. O en la Mortalidad más bien. Y por tanto en la Vida, en ese lugar indeterminado en el que el cerebro se hace mente y la mente  se une a lo que podemos llamar alma y hace emerger ese chispazo por siempre asombroso que es la Consciencia.

La consciencia, con su rango de frágil inmortalidad, necesita del lenguaje para comunicarse, para saberse viva, útil: ya sea el tacto, los signos, el sonido, las palabras. De sí misma debe llegar a otro individuo con las mismas capacidades para captar sus mensajes, aprehender sus significados y expresar sus reacciones, en ese circuito de ida y vuelta que llamamos relaciones humanas.

Paul Kalanithi sabía que el Lenguaje era la llave, pero la mente, y el cerebro como receptor y base orgánica de ese milagro diario, eran la cerradura que podría explicar, desentrañando su funcionamiento, reparando sus errores, ese misterio insondable que unía la vida y la muerte de una persona, el hecho de ser una persona, en nuestra realidad.

 When Breath Becomes Air es el relato de ese viaje personal que lo llevó, de una licenciatura en Inglés a culminar una brillante carrera formativa como neurocirujano. Es la descripción directa y profunda, tierna y única de sus dudas, sus errores, sus aciertos, su ego, su ascenso y su nadir, el arco de una vida joven que lo obtuvo casi todo con mucho esfuerzo y merecimiento, pero que casi no llegó a saborear nada: nada de lo que él creía desear, aunque realmente alcanzó el Todo: la libertad y, más incluso, la inmortalidad.

Escrito con un lenguaje casi poético, no hay nada inútil en este libro de memorias. Cada una de sus reflexiones, inspiradas por el momento de su vida, iluminan y ocultan la evolución de un ser que piensa y que siente, que se deja de lado, que se toma en serio, que ama lo que hace, que sueña en lo que hará y lo que ha dejado atrás, y encuentra un hilo común que conecta al chiquillo que una vez contempló la posibilidad de dedicarse a la religión y que finalmente alcanzó su plenitud siendo médico, una forma de servicio único, y un escritor suave, profundo, maravilloso.

No tuvo mucho tiempo para escribirlo: este viaje desde un diagnóstico fatídico (padecía cáncer de pulmón terminal a sus treinta y pocos años) a la liberación que la enfermedad le regala, quedó inconcluso. Su mujer, también médico, terminó de escribir las últimas páginas siguiendo el aliento de su respiración, regalándonos sus últimos días, sus actos, su serenidad, su entrega infinita y su generosidad únicas. Dos médicos hablando sobre la Vida y la Muerte, sobre los sufrimientos y los regalos de la Enfermedad, desde el Conocimiento, desde esa rara dualidad que realmente pocos podemos entender, pero con una facilidad de comunicación, una desnuda sinceridad, que desarma y seduce: cada página de When Breath Becomes Air es un canto a la belleza de vivir, una poesía sobre nacer y morir, sobre los sueños y las realidades, los errores, los aciertos, y las pequeñas alegrías que conforman la vida pequeña, la gran Vida que se abre en cada ser humano y que se cierra con su muerte.

ct-prj-when-breath-becomes-air-paul-kalanithi-20160302

Es un neurocirujano quien escribe; digamos (y no es el primer ejemplo) que se piensa el pináculo de la Medicina. Paul Kanalithi se equivoca: todos los cirujanos piensan lo mismo. Y no pocos médicos. Nosotros, los Intensivistas, también. En contra de lo que su relato semeja, todos nos necesitamos, y todos hacemos una labor en conjunto para llevar a buen puerto ese deseo de ayudar, de cuidar, de servir de la mejor forma posible, siendo los capitanes del barco, los generales en jefe, los últimos responsables de cada uno de los actos en los que intervenimos. Y sí, cada fracaso es una herida profunda, un pequeño fin de mundo; cada éxito nos acerca, por tiempo breve, a ese éxtasis remoto que apenas gozamos con el sexo, con la belleza pasajera, con un día de sol.

Y sin embargo, es en la segunda parte del libro donde el corazón se desborda. Donde notamos el apremio por hacerse entender, donde vivimos ese viaje interminable hacia el centro de sí mismo: aceptación, desesperación, rabia, entrega, planificación, resistencia, determinación y finalmente, por encima de todo, la liberación que trae consigo el mayor ejemplo de todos, la lección única, la última posta, el destino final: la aceptación de lo que debe ser, y por tanto, la leve alegría que nos da la libertad: aceptar la muerte como un estado más de la vida, saber que las cosas, así como han sido son perfectas, porque perfecto es aquel que vive ese viaje último, ese postrer intento por ser infinito y sin tacha.

Es un libro sobre Medicina, sobre lo que significa ser médico. Pero por sobre todo es el relato de un ser humano que alcanza la perfección cuando abraza la aceptación, cuando deja de luchar y se une al flujo de la vida; que fluye por sus venas como sangre; que fluye por su mente como días de un calendario; que fluye por sus hechos descubriendo lo meta-humano, lo único, lo inalcanzable: la perfección anhelada, la desnudez del ser, la paz eterna, el descanso real.

Siendo un médico como él, teniendo intereses similares, inclinaciones parecidas, viviendo una religión propia que no es más que un reflejo de la búsqueda incesante de la percepción; habiendo estado enfermo, luchado contra esa situación, y finalmente aceptado su existencia, When Breath Becomes Air es un reflejo de mí mismo, es una trocito de mí, la refracción de una verdad que es múltiple, ella misma y mil verdades a la vez. On the Move de Oliver Sacks, cuya filosofía es similar, nos ayuda a comprender el ansia de Paul Kalanithi; y cada uno de los enfermos con una enfermedad crónica, con una enfermedad terminal, completan ese rayo de luz refractada que llamamos Vida. Todas las experiencias son válidas, todas son reales, pues todas provienen de la misma fuente (ese milagro que se da entre cerebro y mente, entre mente y espíritu) y todas desembocan en el mismo mar, haciéndonos iguales como seres humanos, y por tanto, eternos en nuestra intensa mortalidad.

2 comentarios en “When Breath Becomes Air: intensa mortalidad.

  1. Pues no soy médico. Pero desde luego vivir con un nivel de consciencia sobre todo,tan alto, tiene que ser de vértigo. Es como tirarse en paracaídas continuamente.

    1. La situación es realmente muy parecida a como la has descrito. La experiencia de Enfermedad, cuando se es médico, se vive de una forma especial, con múltiples capas de intensidad. Gracias por tu mensaje.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.