Un amigo en la distancia de las redes sociales ha querido a través de este blog transmitir su vivencia como paciente ingresado en una UCI. Lo ha titulado El viaje y así es como lo presento. Una forma más, de las mejores quizá, de intentar humanizar un trabajo como el nuestro, que apenas se conoce, pero que, muchas veces, deja el mejor sabor de boca cuando se logra alcanzar ese tiempo de curar.
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Todos hemos viajado alguna vez a algún lugar con la familia, amigos opareja, incluso a veces solos. Un viaje a un lugar soñado, a visitar a alguien,o simplemente hemos viajado mientras dormimos, a través delsubconsciente.Este viaje es un viaje diferente, un viaje que no sabes cómo empieza ,nicómo acabará.Recientemente me comunicaban que soy enfermo de Crohn, lo que es laenfermedad, y las pruebas y tratamiento que tendría que seguir. Tras unaprimera introspección y varias pruebas médicas, además de muchainformación, me costó un poco digerir que mis dolores intestinales y viajescontinuos al baño, estaban anunciando eso. El mensaje que tuve durantelos días que me costó asimilar todo, sería: Acepta y entiende que siemprete acompañará a lo largo de tu vida. Lo mejor es aceptar las cosas lo antesposible, ser positivo, y seguir, en el fondo seguir el viaje. Tras muchosmeses para llegar a ese diagnóstico, y mil pruebas y noches de urgencias,descubres lo fuerte que eres, y como actuamos, o como nuestra mentetiene mecanismos ante la adversidad.En pleno tratamiento, ya llevo dos meses con cortisona, empezamos abajarla, y a ir incluyendo un inmunosupresor, que sería el tratamiento delargo recorrido. Todo iría bien, hasta que viajando por donde mi digestivome iba llevando, se cruzó en mi camino una Gastroenteritis Aguda, quedesembocó en una sepsis que me tuvo 8 días en UCI, y 7 en planta.Esta es realmente la parte más importante del viaje, mi viaje. En esecontexto no eres consciente de tu gravedad, del fallo renal, de las 48primeras horas, en las que mi viaje podría haber acabado. Vas superandoobstáculos. Se hace duro si no fuese por el equipo médico, que además desu trabajo intenta hacerte sentir lo mejor posible, incluso te hacen reír site ven decaído. Muchas horas de soledad sin tu familia, tan solo con laopción de una hora total al día para visitarte. Es el segundo día y me hacenun cateterismo en la cadera para iniciar mi diálisis, 4 sesiones, ya que misriñones no pueden con tanta infección. Tranquilo, todo saldrá bien, medijo Andrea, una de mis compañeras de viaje. Y salió.
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Al día siguiente empezaron a mejorar las analíticas, según la doctora, yellas se iban alegrando, porque estaban consiguiendo sacarme de toda esagravedad. Fue de lo poco que supe. Vas mejor. Es viernes por la mañana yme llevan al hospital Provincial (Universitario de Alicante) para ser másexactos, porque tuve una pequeña molestia, y querían descartar algúnposible fallo cardíaco. Ahí me empecé a preocupar, y me prometí a mímismo que dejaría de fumar si todo estaba bien, y lo estaba. Corazónperfecto, y viaje de vuelta en S.A.M.U. con dos grandes profesionales quehacían mi viaje más divertido. El martes siguiente me despedía de miestancia en la UCI para cambiar de habitación. Esta vez en planta. Estaríaunos días más, pero ahora sería un viaje más relajado y sin tantas prisas nisobresaltos. Estaba a punto de llegar al destino, un destino feliz.A pesar de todo ello, de la dureza del diagnóstico al ingresar, lo más difícilfue asimilar lo que mis padres habían sufrido. Mi madre estuvo días sindormir llorando, mis amigos no podían verme, y a pesar de estarinformados, no podían visitarme. Viajé con una mochila vacía,que sinsaber se fue llenando, y que a los días de mi salida del hospital, me hizosopesar de golpe la carga sin compasión, haciéndome entender migravedad, todo el sufrimiento de los míos, entender que todo pudo acabarsin haber dicho muchos te quiero y haber sentido a mucha gente quequiero.Lo que me ha llevado a escribir estas palabras, es vaciar esa mochila, eincluso que pueda servir mi experiencia en alguno de vuestros “viajes”.Sed felices y disfrutad cada momento. Yo lo hacía, ahora más si cabe.Gracias Juan Ramón por cederme tu espacio. Además de que sabrás deque hablo medicamente, tu eres una de esas personas que segurocolaboran en hacer estos viajes más livianos.
Me encanta tu historia. La mayoría de las veces no valoramos lo que tenemos hasta que no hay problemas , o hasta que nos diagnostican una enfernedad y es ahí cuando uno se da cuenta de que hay que vivir y disfrutar de cada momento y de las personas que queremos, porque nunca se sabe , que nos deparará la vida después.
Muchas gracias, Anahada2!