Serendipia es en primer poemario-álbum fotográfico de David Sadness, creador polifacético, primero y antes que nada retratador de la vida y después directr de vídeo-clips, soñador de películas por venir, y escritor.
Serendipia mezcla sus poemas escritos con sus poemas visuales, unos inspirados por otros, cargados de una belleza directa, propia de una generación hecha a base de mensajes y mails. Las imágenes de un poderío y una delicadeza maravillosas, maridan el ritmo de versos cortos, carentes casi de puntuación (única cosa que echo bien de menos), pero tan profundos y sensuales, sensibles y directos que llegan al corazón cargados con la munición de la emoción pura, de esa belleza casi impoluta de la juventud.
Amor, desamor, encuentros, desencuentros, noche, luna, estrellas, amaneceres y ocasos sirven de metáforas a sentidos que se desvelan eternos y largos, enormes en las fotografías que reproducen el texto y finalmente se hacen uno con él.
Habiendo tenido esa idea hace años, cuando empecé este blog, me parece maravilloso que haya editores con la confianza suficiente y el coraje adecuado para llevar esta idea a cabo; bien es cierto que David Sadness es poseedor de ese coraje y de esa sensibilidad tan inmediata, tan directa y tan dulce, necesarias para llevar a buen puerto un poemario como Serendipia.
No importa que esté lleno de tópicos: la vida es un tópico que se repite de continuo. El prólogo es una introducción a ese mundo joven que se cree por siempre único, bellamente escrito, con ese código oculto de amistades que se conocen mucho, no importa el tiempo que haya pasado o que nunca se hayan visto en persona. Ls páginas de Serendipia se llenan de luz con esas imágenes arrancadas del día a día y esas letras llenas de sentimiento y sencillas a la vez, etéreas, que intentan en su desnudez alcanzar la altura de las imágenes de las cuales proceden y a las cuales le aportan sin embargo cierto sentido y gravedad.
Hay mucho en David Sadness por descubrir; la madurez traerá consigo un mirar profundo, un pensar universal. El epílogo de Serendipia es un puente a ese futuro donde habita el sentimiento, cerrando un poemario que recorre las emociones humanas y sus miedos y sus alegrías en ese hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta y tropezamos con alguien como David Sadness.