Las dos caras del espejo/ Mirror Has Two Faces.

Medicina/ Medicine

   Este mediodía, mientras procedía con la información a los familiares, algo en mi interior pareció despertar. No siendo mala, la guardia tampoco había sido buena; el trabajo se había acotado a ciertas horas y momentos; en general prefiero que el trabajo venga de continuo más que de forma tormentosa, pero eso es algo que es difícil de predecir, por más que pongamos medidas para evitarlo.

Justo antes de empezar, eché un vistazo a la lista de enfermos con su variedad de enfermedades y de gravedad. En una manía que ya es costumbre más bien, dividí mentalmente aquellos a los que debía dar malas noticias y aquellos que sólo recibirían palabras alentadoras y de esperanza. No es un momento fácil. Aunque hay cursos para aprender, creo que la experiencia y cierto tacto es lo que nos ayuda a sobrellevar situaciones de este tipo. Podemos jugar con el rapport, la identificación; podemos ser asépticos y fríos, lo que es más seguro para el médico; podemos ser abiertamente antipáticos; excesivamente positivos o todo lo contrario, amargamente pesimistas. Cada rasgo depende con mucho del médico: todos nos inclinamos de un modo u otro según nuestra forma de ser; también juegan en esos momentos las personas que reciben la información, su propia personalidad y su estado de ánimo. Que puede ir desde abiertamente hostil a la confianza más exquisita.

Mientras hojeaba la lista se me dio por recordar que aquella misma noche en Madrid se estaba celebrando la marcha del Orgullo Gay. Un millón (o dos) de personas arrebatadas y atiborradas por la Gran Vía madrileña en una parada festiva en la que hay de todo, quizá menos diverso de lo que gustaría, quizá menos abierto de lo que pensamos, pero sin duda lleno de un abanico de formas de ser y de expresarse casi único, y por lo mismo, tan cercano a la propia Humanidad que a mí, particularmente, a veces me espanta y a veces me admira a partes iguales. Tenía amigos disfrutando de las festividades. Homosexuales o no. Es que me gusta muy mucho la diversidad. Y yo estaba de guardia lidiando con las miserias ajenas y con las mías. Gente sufriendo padecimientos físicos que se traducían en una afectación total de la personalidad y de la vida individual y de la familia más cercana. Vaya paradoja.

La misma que, en aquel momento, tenía delante de mí: unos familiares recibirían noticias realmente buenas, otros desalentadoras y otros, las peores posibles. En la misma habitación, en la misma UCI, por la misma fuente; qué diversidad de destinos, de pareceres, de caracteres, de noticias. Como un espejo que reflejara las dos caras de la vida.

En aquellos instantes en otras partes del planeta el día proseguía o moría, habría gente amándose u odiándose por tonterías; habría sufrimiento y hambre, esperanzas y alegrías; tristezas, pérdidas y decepciones… Y yo allí, pensando en todo eso justo antes de empezar a llamar a los familiares de los enfermos de la UCI.

Dentro de unos momentos España e Italia van a jugar la final de a Eurocopa de fútbol. Nervios, tensión; alegría para unos, decepción para otros: dos caras de una misma moneda.

La economía se derrumba lo mismo que la política, puesto que se han imbricado demasiado y se han enconado mutuamente. Hay una tasa elevadísima de paro (yo me considero afortunado pese a la precariedad del trabajo porque mis compañeros me ayudan a no ser uno más de esa triste y larga lista), y por lo tanto de pobreza. Resulta increíble que nuestros dirigentes no acaben de darse cuenta que no tienen dinero porque no hay personas que, al trabajar, lo generen. La Seguridad Social y otras características del manido Estado de Bienestar no son alegrías políticas, si no que las pagamos todos de nuestros bolsillos; no son gratuitas como nos quieren hacer ver; bien que nos cuesta (al menos en mis mejores momentos laborales a mí) la mitad del sueldo (sin contar el Impuesto sobre la Renta). Con una tasa cercana al 26% de paro, ¿quién puede sostener todo este tinglado? Es difícil, pero lo increíble es la lentitud de respuesta de nuestra clase política, caduca y viciada, que busca desesperadamente con emplastos y ungüentos, una supervivencia frente a lo que claramente se ve que es su fin: un saneamiento que debería ser una purga profunda del Sistema, pero como los sacrificios deben afectarles, no los llevan a cabo. Si en una guardia como ésta yo, cansado y hastiado, le dijese al paciente de la cama 14 que entró en edema de pulmón: apáñese como vea, que yo estoy cansado y ahí lo dejo, no quiero pensar lo que ocurriría. Si yo debo hacerlo, ellos también. Pero no lo hacen. Y por encima tienen el poder. No me extraña que veamos el presente tan oscuro: los médicos políticos no tienen lo que hay que tener para llevar adelante su propio seppuku. Y es una pena…. ¿No es una paradoja? Otra más: el espejo tiene dos caras.

La Medicina no es más que el reflejo de la Vida: está llena de sus más sórdidos secretos y de sus más excelsas maravillas. Como todo lo que atañe al hombre, es un espejo que refleja dos oportunidades: la Salud y la Enfermedad; la vida y la muerte.

Resoplé hondo. Me aclaré la voz y puse mi mano en el pomo de la puerta. La abrí y dije, como siempre que salgo de guardia: ¿Familiares con enfermos en la UCI? Y todo volvió a empezar.

4 comentarios en “Las dos caras del espejo/ Mirror Has Two Faces.

  1. Así es Juan, la vida tiene dos caras, una buena y una mala; cuando yo era estudiante le pregunté a un prefesor ( médico cardíologo) ¿ porque luchamos tanto por salvar a los enfermos de cáncer y otras enfermedades, incluidos la gente mayor, y por otra parte la juventud va a morir en una guerra a veces absurda? y el me contesto !! es la cara y cruz de la moneda!! entonces entendí que la vida tiene dos caras, yo prefiero quedarme con la buena. gracias por tu relato.

  2. para no variar,, me ha encantado esta entrada,a veces me cuesta tambien a mi, con un trabajo totalmente diferente el cambiar el chip, el poder valorar mil cosas que nos pasan a diario y poder cambiar de escenario en un abrir y cerrar de ojos procurando no desequilibrarnos. Feliz diaaa

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