La última lucha, el último suspiro por conservar la Belleza que destruimos sin sentido, las reformas que cambian mundos y modifican realidades.
Cuando perdemos el norte de quiénes somos la revolución es inútil, a veces hueca, siempre dolorosa.
Y los restos de lo que dejamos atrás nos recuerdan quiénes fuimos. Y encerramos tras cristales blindados los últimos recuerdos de lo que fue y no volverá.
Historia enjaulada como recuerdos idos. Lucha de una memoria por seguir latiendo en el presente. Y nada, nada, volverá a ser lo que fue. Y menos nosotros mismos.
buenos recuerdos de Postdamerplatz
Es un lugar fascinante.