You Make My Dreams. Hall & Oates.
¿Sabéis lo que se siente cuando nos despertamos completamente asombrados, el sol a raudales por la ventana abierta y es viernes?
Pues eso.
La primavera entró retumbando desde ayer, y esta mañana amaneció envuelta en trinos de pájaros y olor a tostadas y café. Zumo de naranja de bote, no importa. Y la mejor sonrisa estampada en la cara. En la mía y en la suya.
Qué bien.
¿Sabéis lo que se siente cuando inspiramos profundo y todo se libera? Hay música detrás de nosotros y todo sonríe, el vendedor de la ONCE aunque no le compremos el cupón, el del Chino sin saber por qué, y hasta la pesada de la vecina metiche nos parece adorable de simpática.
Pues eso.
Y eso se debe a ti. Has hecho mis sueños realidad y has transformado un jueves en un fin de semana, y una noche solitaria, en una festividad a dos.
Qué maravilla.
Ese pelo sedoso, esa caída de pestañas, esos ojos chispeantes. Y la sonrisa de mundo abierto. Y esos brazos de pulpo y esas piernas de gigante; garabato insuperable; compañía callada y parlanchina a la vez.
¿Sabéis cómo sonríe la mañana, las cigarras calladas, el olor a verde y a flores? ¿Y la música saliendo de cualquier parte inundando el corazón? ¿Y bailar, bailar sin sentido ni control por las calles, sobre las aceras, a la sombra de los árboles?
Pues eso.
Has hecho un milagro de mi vida. Y me has despertado a la luz del día, a la mañana eterna, a la primavera recién estrenada. Has hecho que hoy sea un buen día.
Qué felicidad.