A Otto y Lolo.
– Msñsñsmsñ…
– ¿Estás cómodo?
– Mmm…Me he quedado dormido…¿Qué hora es?
– Hora de comer…
– ¿Ya?
– Sí…
– ¿Y por qué no me despertaste antes? Estaba tan cómodo…
– ¿Sí?
– Sí…Mmmm… Tu regazo está tibio y es blando y me gusta tu perfume…Me he quedado traspuesto sintiendo el latido de tu corazón y tu respiración… Eres mi mejor almohada.
– Podrías quedarte así para siempre.
– Para siempre cerca de ti.
– Si.
– Voy a darte un beso….
– Mmm…Mejor me quedo así.
– Anda, anda, dormilón. Vamos a comer.
– Espera… Que te no lo he dicho aún.
– ¿Qué cosa?
– Te quiero, vida mía.
– ….
– Será mejor que vayamos a comer, ¿no?
– Sí…
– Y no te olvides.
– ¿De qué?
– De que te quiero.
– … Y yo a ti.