Fuegos Mágicos/ Magic Fires.

El día a día/ The days we're living

La Noche de San Juan, donde todo se junta: lo pasado, lo misterioso, los deseos por cumplir, los recuerdos que olvidar, emerge entre las llamas divinas para ser devorado una y otra vez por el girar de la Tierra y reencontrarse, como un Fénix irreverente, frente a los sueños por cumplir, las expectativas casi siempre falsas y las luchas sordas que libramos en nuestro interior, para cauterizar las heridas y templar el acero de nuestro ser, purificado, destruido y construido de nuevo en el brillo de las llamas, en el calor de una Esperanza que abarca toda la Historia en un abanico eterno.

La costumbre de incinerar los restos de nuestra vida para conjurar un nuevo comienzo es tan antigua como el hombre y ha llegado hasta nosotros sufriendo mil transformaciones, cientos de bautismos, tan intacta y tan mágica como la primera vez que la Humanidad se rodeó de fuego y lo adoró como una fuerza viva y purificadora.

El fuego eterno, el fuego divino que todo lo devora y lo transforma, crisol de almas y de carreras, en la que mezclamos alianzas, fusionamos aleaciones y templamos sueños irreversibles a veces y que nos transforman por completo.

Saltar las fogatas de San Juan es un acto liberador aunque fatuo, y pese a nuestro empecinamiento en llenar nuestra sociedad de herejías, malquerencias y vicisitudes sin sentido, se mantiene como un símbolo del cambio y del perpetuo retorno. Pura energía: nada se crea ni se destruye, sólo se transforma. Y en esos Fuegos Mágicos intentamos, año tras año, transmutar lo que somos, descubrir lo que somos y vivirlo.

Bienvenidos a una noche mágica, noche de sol sin fin, en donde todo es posible, porque todo es posible en nuestro interior.

Benedictus. Hayley Westerna.

 

Benedictus Dominus Deus Israel;quia visitavit et fecit redemptionem plebis suæ:Et erexit cornu salutis nobis,in domo David pueri sui.Sicut locutus est per os sanctorum,qui a sæculo sunt, prophetarum eius:Salutem ex inimicis nostris,et de manu omnium, qui oderunt nos:Ad faciendam misericordiam cum patribus nostris,et memorari testamenti sui sancti.Iusiurandum, quod iuravit ad Abraham patrem nostrum,daturum se nobis:Ut sine timore, de manu inimicorum nostrorum liberati, serviamus illi.In sanctitate et iustitia coram ipso,omnibus diebus nostris.Et tu, puer, propheta Altissimi vocaberis,præibis enim ante faciem Domini parare vias eius:Ad dandam scientiam salutis plebi eius:in remissionem peccatorum eorum:Per viscera misericordiæ Dei nostri:in quibus visitavit nos, oriens ex alto:Illuminare his qui in tenebris et in umbra mortis sedent:ad dirigendos pedes nostros in viam pacis.

(«Bendito sea el Señor, el Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su Pueblo, y nos ha dado un poderoso Salvador en la casa de David, su servidor, como lo había anunciado mucho tiempo antes por boca de sus santos profetas, para salvarnos de nuestros enemigos y de las manos de todos los que nos odian. Así tuvo misericordia de nuestros padres y se acordó de su santa Alianza, del juramento que hizo a nuestro padre Abraham de concedernos que, libres de temor, arrancados de las manos de nuestros enemigos, lo sirvamos en santidad y justicia bajo su mirada, durante toda nuestra vida. Y tú, niño, serás llamado Profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor preparando sus caminos, para hacer conocer a su Pueblo la salvación mediante el perdón de los pecados; gracias a la misericordiosa ternura de nuestro Dios, que nos traerá del cielo la visita del Sol naciente, para iluminar a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y guiar nuestros pasos por el camino de la paz».)