Por la mañana/ In the morning.

El día a día/ The days we're living, El mar interior/ The sea inside, Música/ Music

   La calefacción está encendida. La noto sobre le sueño y siento que me arropa cálida y sabrosa. Como tus abrazos.

   Entre el vaivén de la conciencia me muevo y sonrío. El espacio entre mi cuerpo y el edredón está lleno de calor y se siente rico, suave y apetitoso. Rozo con mi cara la almohada y se hunde haciéndome cosquillas. Sonrío. Y me muevo y parece que floto y nado a un mismo tiempo.

   Me desperezo. Pero todavía tengo los ojos cerrados. Qué dulce el sueño, qué dulce el despertar del domingo contigo cerca. Atrás queda lo dicho la noche anterior, por delante aún está el porvenir. No importa. En este momento, en este ahora en el que te quiero el mundo se detiene y la luz entra a raudales por la ventana abierta; el otoño se va y con él la pureza de los días de cristal y la sensación de que todo puede aún ser.

   Como nosotros.

   Por la mañana todo es nuevo. Los pensamientos, los movimientos, los sentires que vendrán. Por la mañana tú y yo juntos, abrazados por detrás como queriendo poca cosa, y aspirar el olor de la piel dormida y la leve crispación de la mente que despierta.

   Me acerco a ti… Y noto un espacio vacío, un conjunto de aire y frescor. Me aferro a tu almohada aterrado. Por unos instantes se detiene el pulso de mis arterias y mi conciencia se apaga y se congela.

   Abro los ojos: una nota perfumada, unas líneas con tu letra, la tinta violeta de los recuerdos de amor.

   Has salido a correr. Traes el desayuno.

   Y el mundo vuelve a girar.

   Por la mañana todo es perfecto. Hasta la ausencia, hasta el miedo a perderte. El amor, el deseo y también la tranquilidad.

   Vuelvo a mi sitio y me arrebujo en el edredón tibio. Estiro mis piernas… Y oigo el sonido de la llave en la cerradura.

   Abro los ojos y hay luz y la mañana entra a raudales con tu sonrisa, con tu voz.

   Y todo es perfecto: el domingo, el desayuno, nuestros besos, nuestro abrazo y la felicidad.