Amor sin esperanzas/ Fatihless Love.

Arte/ Art, El mar interior/ The sea inside

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   Así te quise. Como un río inmenso. Como la oración de un niño.

   Te quise amplio, lleno de corazón. De corazón que no espera más que una caricia leve, un leve roce de los labios.

   Amor sin esperanzas, amor que espera sin ser nunca correspondido. O no como soñaba. Si es que lo hacía.

   Tus ojos de arena, Piernas de Alambre. Y tus brazos largos de sueño imposible. Y esa espalda donde escondía los besos que no te daba y se agotaban las caricias que morían en el aire.

   Los besos, Piernas de Alambre, y los sueños de una vida distinta, de una vida mejor.

   Así te quise, esperando a ser descubierto en el pasillo de los sueños esperados, en el balcón de los sueños rotos. Pero nunca me fuiste a buscar, nunca te interesó adentrarte en mí, hallarme sólo un poco, darme la oportunidad de un náufrago.

   Amor sin esperanzas, como nadar contracorriente. Y esperar llegar a la otra orilla y encontrar mil besos y una vida mejor.

   Así te amé. Lleno de celos, repleto de inseguridades, esperando, como quien sueña con la lotería del corazón, a que llegases a mis labios y los despertaras con pasión.

   Te amé sin esperanzas pero cargado de sueños. Te quise sin sentido con todos mis sentidos, que te sentían llegar y echarte en el sofá y beber un vaso de vino y tragar, lentamente, cada sorbo de mi propio cariño lleno de sangre.

   Amor sien esperanzas, como el lecho de un río vacío, y el sueño de un niño que nunca se hace realidad.

   No sé qué hice mal. O sí, sí que lo sé. ¿Pero qué importa ahora saber si estaba en lo cierto o si estaba errado? Ahora poco importa.

   Ya no estás junto a mí; ni siquiera te acercas a mi lado. Como una rosa deshojada, un lago seco y un sueño roto.

   Amor sin esperanzas como el que un día te tuve, Piernas de Alambre, con tu voz de terciopelo y tu pecho enorme, de planeta inhabitado. Y tu boca de fresa que jamás conoció mis besos ni bebió de mis ansias de amarte.

   Amor sin esperanzas, pero amor a fin de cuentas. Cariño que emergió de la nada y al vacío se fue, sin que te dieses cuenta; despreciando lo que se ignora; ignorando lo que se esconde; perdiendo lo que nunca se ha deseado.

   Así te quise: sin esperanzas.

   Y como un río que a pesar del tiempo sigue fluyendo, aún mi amor sin esperanzas bulle por ti y viene a rozar las puertas de mi mundo; viene a destrozar, con una fuerza inusitada, las barreras de mi corazón.

   Porque así te quise y así aún te recuerdo: con el latido mudo y el corazón sin esperanzas. Pero lleno de espera. Y de sueños vacíos. Y de amor no correspondido. Y de adiós que se resiste a ser dicho.