Cuando aparece/ When The Right One Comes Along.

El día a día/ The days we're living, El mar interior/ The sea inside, Música/ Music

11850411_681805521954173_1438755291_nCuando aparece, el ideal llega. Todo es perfecto: la sonrisa de dientes apiñados, los ojos pequeños, el hoyuelo del mentón.

Cuando aparece el corazón se alegra. Baila y se detiene y es como un vértigo sabroso que hace cosquillas en el pecho. Y corre el sentido hacia el vacío y se lanza sensible hasta el centro de una emoción perfecta.

Cuando aparece el único, el mundo se detiene. Y cuando pasa, el mundo gira otra vez. Y le seguimos con una fe desbordada, y a veces, siendo más que nunca nosotros, nos olvidamos de los límites de nuestro ser para alcanzar todos los suyos, para dominar las riendas de un alma pasajera.

Cuando llega, el donaire acampa; y el pelo canoso brilla con los haces lunares y hasta el pecho enorme silba sones de libertad. Hay cadenas que caen a nuestros pies y lazos que atan nuestros destinos. Cuando llega el dueño de nuestro corazón, desaparecen las preguntas y el universo cobra un sentido que nace con cada uno de sus suspiros. Y de los nuestros.

No hay preguntas, no hay dudas. Es un abrazo que nos congela y un fuego que nos abrasa. Cuando aparece todo pasa y todo vuelve a nacer.

No hay corazones rotos, no hay mentiras ni dolor. Cuando aparece el que buscamos nos sentimos hallados y es como una sorpresa el brillo que emana, y es un sueño el peso de su cuerpo a nuestro lado, y hasta su leve ronquido es música que no estorba, y el perfume de su piel el aliento de la vida.

Cuando aparece él, todo es perfecto: la soledad no es más que un mal pasajero, la pobreza un escollo que dejar atrás, la belleza un bien que se posee, y el amor, un tesoro encerrado en el corazón.

Cuando aparece él me quedo callado, y lo veo acercarse lento y tranquilo, con la sonrisa de dientes apiñados y la cara de niño travieso y ese hoyuelo en el mentón que se hace grande con cada palabra que dice. Y el mundo es un teatro de maravillas, y su abrazo el puerto inmenso donde mi nave atraca protegida de cualquier tormenta.

Su mirada es una infinitud.

Y cuando aparece, yo me hago eterno y ligero, como la espuma del mar.