Salud al amor

El día a día/ The days we're living, Música/ Music

IMG_2777

Yo recuerdo lo que no ha pasado. No es una cualidad, en realidad es una coincidencia. Un día caminaba pensando en mis cosas, sin disfrutar nada de lo que me rodeaba y perdido en mis pensamientos, cuando tropecé con un chico que trotaba. Era un garañón, encendido como la grana, con el esfuerzo perfecto y la sonrisa en la boca abierta. Nuestro choque fue como una revolución. Todo mi cuerpo tembló y mi mente se puso blanca e inútil. Caí al suelo, mi espalda tropezó con la acera y mi cabeza quedó a sus pies. O sólo veía sus pies, calzados con deportivas modernas, de colores inverosímiles y forma de alas. Parecía un ángel sudado con las plumas mojadas. Era su pelo, creo, y las gotas de sudor que le caían de la frente. Pero ya he dicho que desde ese día recuerdo lo que no ha pasado y lo que me ha ocurrido no puedo olvidarlo más.

Quedé atontado. Me ayudó a levantarme y casi levito. De un tirón me puso en mi ser y hasta en mi sitio. Que era su corazón. Siguió sonriendo como si no pasase nada y comenzó a toquetearme buscando algo que estuviera desubicado. Pero no eran huesos los que estaban fuera de sitio. Sólo mi corazón. Y él pareció verlo y gustarle ese desorden alocado.

Me dijo su nombre y en mis oídos sólo escuché melodías. Y me preguntaba mi estado una y otra vez. Me creyó sordo, creo, y después mudo. Pensó que la caída me había desenchufado la parte del cerebro que piensa. Y en verdad yo sólo sentía el tañer de mi corazón y sólo me dolía que se fuese.

Después de observarme bien se sintió más tranquilo. Las zapatillas con alas lo elevaban del suelo dos palmos, estoy seguro, pues era más alto que yo. Pero yo volaba. A su lado. Y lo miraba con cara de no estar en el mundo. Después de asegurarse que todo estaba en orden sacó de su bolsillo un móvil y escribió no sé qué. Me pidió mi número. Y volvió a hacerlo. Se ofreció llevarme a un banco del parque o a una cafetería a tomar algo. Yo le invité a comer.

Sonrió de nuevo y se puso colorado enseñándome sus pintas. A mí me sobraban; verlo desnudo sería magnífico. Salió de mi boca ese comentario sin freno y se lo tomó a guasa. Menos mal, porque iba en serio. Y en mi mente comenzó a dibujarse la historia de su vida con una claridad de mediodía. Lo vi pequeño y burlón y grande y preocupado y cuidadoso y algo patoso y deportista y manitas y también futbolero y lector. Lo vi mayor y algo cascado, con la belleza de la edad en la mirada y la alegría de quien lo ha vivido todo. Hasta el amor. Y lo que vi que no había pasado, esos recuerdos que eran ya míos me gustaron. Y deseé saber más, estar más, bucear más, desearlo más.

Me cogió la frente y me limpió un poco de sangre que lamía mi cabeza. Y sopló para que la herida no escociese. Y me llenó de vida como el escultor a una estatua. Y mi mármol se hizo carne y mis dedos se movieron y mi torso a respirar el aliento de esa boca única que no hacía más que sonreír y preguntar y hablar como si nada.

Yo le tomé de la mano, que era larga y firme, ancha de deportista, de uñas bien cortadas. Y él se quedó por fin callado. Y en ese silencio pude ver un futuro que no había pasado, y un pasado que ya había quedado atrás. Estaba solo. Como yo. Como yo, había tenido otras historias que no habían cuajado; como él, yo quería un amor repentino que supiera a verano y a protección en invierno, a planes nuevos, a trabajo en equipo y a soledad. Como él, yo había errado en ese encuentro. Como yo, él tropezó de repente con una nueva oportunidad.

Y me acompañó a un bar y después a un restaurante y después a un parque y después a la ducha y después a un salón donde crepitaba la chimenea y después a una vida nueva llena de recuerdos que no han pasado todavía.

Y cada mañana saludo al amor en su mirada y en el calor de su cuerpo y en el peso de su vida junto a la mía.

Yo recuerdo lo que no ha pasado, porque sólo en presente conjugo mi vida junto a él. Ay, amor… Qué felicidad.

2 comentarios en “Salud al amor

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.