Puede ser muchas cosas. El día de sol, el viento que ruge en nuestros oídos. Tu cercanía.
O que estamos bailando.
¡Cómo me gusta bailar!
Sentirte cerca, así junto a mí, con tu calor y el mío, y los latidos del corazón que parece que salen de mi boca.
Este corazón mío, que me hace feliz, porque te siente cerca. Este corazón mío que es feliz, porque estás junto a mí.
Y el sol brilla, y las nubes se alejan, y el viento nos eleva más allá del horizonte, juntos y juntos y juntos hasta el día sin fin.
Ven, te digo. Ven, te beso. Ven, te abrazo. Y este corazón mío baila de gozo y salta en mi pecho. Siéntelo, bum, bum, bum, relleno de felicidad como un pastel de crema, de esa crema que me sabe a tus labios y a tu piel abierta y deseada.
Ven, baila conmigo el vals de mi corazón que late bum, bum, bum cera del tuyo…
Y pueden ser muchas cosas que justifiquen la inmensa felicidad que siento. Pero este corazón mío lo sabe, lo sabe demasiado bien: eres tú.
Nunca te alejes de mí ni de este corazón mío que late bum, bum, bum, sólo por ti.