Perdiendo el control/ Losing My Mind.

El mar interior/ The sea inside, Música/ Music

   En esta rueda loca del amor sólo pienso en ti.

   Es una necesidad casi física, que me lleva a despertarme de madrugada pronunciando tu nombre, y dormirme con el arrullo de tu voz, que tengo grabada en un mensaje del móvil.

   Nada parece estar bien hasta que te veo en la distancia. El cielo se abre y la tierra me acoge, ente perfume de rosas y de hiedras. Y cuando sonríes, el sol sale de su escondites de nubes y todo parece brillar.

   Debo estar perdiendo el control, pues mi respiración se agita cuando te siento cerca. Intento que no se me note, pero se me escurren las ganas y aunque lo esconda, la sonrisa habla más que mis palabras y las ganas se me escapan de los ojos. Te deseo tanto que temo que los demás se den cuenta, esperando como estoy por tu respuesta.

   Y no lo sé. Porque me sonríes y me abrazas. Y me dices lindezas y se llenan de risas tus ojos. Y para mí es día de fiesta. Y otras veces haces que no te das cuenta y hasta simulas rudeza y pareces ignorarme y el mundo se hunde de tristeza a mis pies.

   Espero por ti y tú no te decides. El día se acaba y no oigo tu llamada. Me preparo y no apareces. Y cuando me canso y lo doy por perdido, ahí estás en la puerta, con jacintos en el pelo y la sonrisa de bebé y no puedo resistirme al olor de tu perfume y a la sombra fugitiva de tu cuerpo junto al mío. Y abro los brazos y el mundo se vuelve orden y mi corazón ya no reclama y te tengo junto a mí.

   Tanto te amo, que pierdo el control de mi propia existencia. Hablo con los vecinos que no entienden lo que ocurre, y tú estás entre ellos; llamo al súper y es tu nombre lo único que sale de mi lista; y en la pastelería me lleno de dulces que me recuerdan a ti por el color de tu pelo y el sabor de tus labios, que llevo grabado en la memoria junto al perfume de tu piel, en ese cuello enorme que se refugia en mis hombros cuando me abrazas como quien no quiere la cosa y me pellizcas las mejillas sin rubor.

   Y no lo sé. Porque parece que sí pero parece que no. Y esta indecisión me está matando hasta hacerme perder el control. No sé si ir hacia adelante o hacia atrás; no controlo lo que voy a decir, y si quiero soñar me desvelo y en pleno día caigo en las ensoñaciones más hermosas, porque te tengo cerca. Y tú sigues impasible, coqueteando u olvidándome, haciéndome desear y dejándome…

   Y dudo. Dudo de todo pero sobre todo de mí. Me dices que me quieres y después te callas. Y me dices que me quieres y después te vas. Y yo te amo hasta los poros y te quiero de rodillas y te deseo por completo y parece que pasas de mí…

   ¿Me amarás realmente o sólo sonríes por ser maravilloso, por coquetear conmigo, por ser un encanto?

   No lo sé… Sólo sé que estoy perdiendo el control por tu indecisión y que ya no sé qué sentir. Nada más allá del deseo, de esta locura de amarte, de amarte hasta la mudez, la ceguera y la soledad.

2 comentarios en “Perdiendo el control/ Losing My Mind.

    1. Gracias, como siempre. Y es cierto, en lo tuyo hace falta esa libertad que lleva casi al olvido de uno mismo… Aunque, curiosamente, es algo vigilado, en su punto medido. Extraordinario poder hacer eso.

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