Pero para llorar, para reir, para emocionarse, para recordar, para sufrir, para soñar, para volar, para sentir, con una voz, con un momento lírico, con una voz mágica, en un momento irrepetible, por su lugar, por sus circunstancias, por su intérprete…el grandísimo Lucciano Pavarotti en el año 1990 en el primer concierto de los Tres Tenores, ese “Nessum Dorna”, que nadie ha cantado y probablemente nadie cantará como él…
Pero para llorar, para reir, para emocionarse, para recordar, para sufrir, para soñar, para volar, para sentir, con una voz, con un momento lírico, con una voz mágica, en un momento irrepetible, por su lugar, por sus circunstancias, por su intérprete…el grandísimo Lucciano Pavarotti en el año 1990 en el primer concierto de los Tres Tenores, ese “Nessum Dorna”, que nadie ha cantado y probablemente nadie cantará como él…