Sólo los tontos se enamoran/ Fools Fall in Love.

El día a día/ The days we're living, El mar interior/ The sea inside, Música/ Music

Fools Fall in Love. Jennifer Holiday.

Caí en tus redes. En esa trampa que quisiste tenderme y que dejaste abandonada mucho antes, olvidándome como objetivo, para ir a picotear a otra parte.

Me enamoré de ti como sólo los tontos lo hacen. Me entregué a esas conversaciones animadas, me quise creer tu insistencia, tus llamadas, tu interés.

Qué maravilla ver reverdecer todo en pleno invierno. En esos pocos días todo me pareció asombroso; hasta mis ojeras dejaron de importarme, pues dormía plácidamente soñando contigo. Qué tontería, digo, soñando contigo.

Pero es cierto. Caí en tu trampa, en mi propia trampa. Me enamoré del amor que podías darme sin darme cuenta que me lo negabas. Me enamoré de ser el único que te amaba, como un chiquillo cuando lo abrazan por primera vez, como el beso estático que damos a veces cuando queremos y no queremos y no sabemos qué más hacer. Cuando salimos corriendo presa de los nervios, mudos del nudo que tenemos en el estómago, reos de nuestras propias ambiciones y sueños, ciegos al porvenir.

Sólo los tontos se enamoran así. Tan repentino, tan inusual. Sólo los tontos se aferran a sueños que debieron morir años atrás; a ilusiones que renacen de sus cenizas aunque no queramos verlas más… ¡Oh, sí! He sido un tonto, un tonto por no oírme, por dejarte entrar en mi vida. Vanidad, asombro, qué sé yo…

Sólo los tontos se ciegan ante el primer suspiro, ante las palabras dulces escanciadas en el rincón de una noche oscura y fría, vacía de estrellas y de ventura. Sólo los tontos engendran mundos paralelos con sólo oír el aviso del móvil, y les tiemblan las manos tecleando respuestas a preguntas inútiles, tejiendo ilusiones como quien viste a una santa, y se sienten arrebatados cuando oyen la voz que los llama y que pretende amarles…

¿Dónde me perdí yo contigo? No lo sé… Pero bajé mi guardia, comiste mis barreras, construiste una nave que llegó al centro de mi corazón y lo tomó por montera, demasiado apasionado, demasiado de prisa para ser cierto y mira tú…

Debí saberlo. Debí sospecharlo. Ya no somos unos niños… Y sin embargo ante tu voz yo lo fui, ante tus sueños yo crecí hacia atrás y me sentí recién estrenado, todo nuevo de nuevo, lleno de ilusiones como de sueños… Construí un castillo de deseos, un planeta de esperanzas sin medir las consecuencias, sin pensar en lo inevitable, en lo voluble de los corazones, en lo vacío de los sentimientos, en el laconismo de un gesto y el atronador sonido del silencio.

Debí saberlo, porque yo también he sido así. Porque todos lo hemos sido alguna vez. Y, aunque he llegado incluso a reírme alguna vez de esos pobres enamorados, ahora también sé que yo puedo serlo, que el cinismo no ha acabado con ese pequeño ser asustadizo, creyente, sediento y necesitado de amor que pensé haber aniquilado tiempo atrás…

Sólo los tontos se enamoran como yo me enamoré de ti. De tus ademanes, de tus ojos oscuros, de esa voz grave y única y esa sonrisa picarona… Sólo los tontos caen una y otra vez en la ilusión de un amor que ama demasiado poco, como para tenerlo en cuenta.

Sí: soy un tonto. Lo reconozco. En esta ciudad en la que nadie me conoce, a la que yo apenas conozco, sentado en esta mesa que era para dos, con una velita de iglesia y unas orquídeas de falsa cera en el centro, jugueteando con los cubiertos, picotenado el pan, haciendo que bebo de una copa que me sabe amarga, esperando por ti. Esperando en vano, porque sé muy dentro de mí que no, hoy no vas a venir.

Ni mañana cogerás el teléfono ni responderás con más de dos palabras a los cientos de correos que te enviaré.

Qué tonto, qué tonto he sido, enamorándome así de ti.

Feliz día de San Valentín para ti también.

 

4 comentarios en “Sólo los tontos se enamoran/ Fools Fall in Love.

  1. No, no y no…

    No solo los tontos se enamoran (¿no ves que yo soy muy lista? :P). Ahora en serio: yo considero que se es tonto en relación a cosas que se pueden aprender, pero no cuando hablamos de algo tan subjetivo, impalpable, extraño y mil adjetivos que queramos añadir a la descripción de lo que entendemos por «AMOR».

    Muchas veces hacemos el tonto, eso SÍ. Pero no es malo hacerlo, nos sirve para aprender y es que, a fin de cuentas, las cosas que nos duelen no dejan de ser evidencias o síntomas de que seguimos vivos y eso, amigo Twittero, siempre es bueno 😉

    Otro besote!

    1. En eso tienes mucha razón, María. Tampoco creo yo que haya nada de malo en hacerlo, por eso lo he escrito…¡Suena extraño, pero es así!
      Bienvenida, y espero que te quedes mucho tiempo.

  2. Sólo los corazones enamorados mueven el Mundo……….y sólo los TONTOS CORAZONES ENAMORADOS,como el tuyo y el mio(nadie mejor que tú lo sabe)pueden mover,además,EL UNIVERSO ENTERO……………mi tonto latido se acompasa con el tuyo…..siempre…….para siempre……..TE QUIERO MI AMIGO.

Replica a Juan Ramón Villanueva Cancelar la respuesta

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.