Rafa Martín es un hombre entero, de los pies a la cabeza: sincero, abierto, sencillo; bullicioso y sereno; tierno y sensual; exhibicionista y reservado; sin miedos y feliz. Todos estos adjetivos que lo caracterizan, sin embargo, no consiguen abarcar la amplitud de una personalidad que se expande más allá de sus fotos o de sus vídeos, en los que demuestra el florecimiento del día a día y la evolución que experimenta como ser integrado, integral e íntegro.

Es difícil resumir la vida de cualquier persona; mientras más nos acercamos al ser, más desdibujado se nos presenta, más cuesta arriba resulta la aventura de definir rasgos y sentimientos, actitudes y aptitudes que le son propios. El caso de Rafa Martín tampoco se libra de ello. Sin embargo, él nos invita con su sonrisa abierta a las vivencias de su vida, y nos permite acercarnos a ella (hasta donde el límite de nuestro pensamiento, y de sus sentimientos, nos lo permite) con esa libertad e inocencia que tanto le caracterizan y que tan encantadora nos parece, y de la que nos acabamos enganchando, engatusados y prendados de sus locuras, de sus tonterías, de sus sueños y de sus más sanas alegrías. Del amor al desamor, de la familia a los amigos, de sus proyectos de adolescente a su ideario adulto; de sus esperanzas a su diario devenir, ha hecho de su persona el eje y centro de su expresión artística, y consigue transmitir, con la fuerza de lo simple, lo directo y de lo natural, la fuerza arrolladora y la locura tan sana de su vida.

Es un hombre atractivo y sensual: no lo oculta; lo fomenta; lo cuida y lo valora. Pero en él, también el lado más frívolo y superficial tiende a tener una lectura más profunda e inconsciente. En Mi Vida en un Click, su canal en YouTube y Dailymotion, demuestra lo variada y extensa que es nuestra vida, las múltiples caras del día a día; y se desnuda con esa deferencia y ese pudor casi onírico presentándonos la pureza, la diversión, la sensualidad, la locura, las dificultades y las alegrías de un hombre joven que crece y evoluciona en el momento actual.

Rafa Martín es un fenómeno de Internet. Sus canales de vídeo y sus páginas de Facebook y Twitter son las más visitadas y cuentan con el mayor número de seguidores de todas las de España. Despierta encendidas pasiones (que él lleva con denodado estoicismo, aunque le fascina) y gran interés. Tengo la suerte de haber entablado con él una conexión bonita, profunda y de mutua admiración que nace del asombro, de la fascinación y del puro respeto; un cariño que se hace pozo al llenarse de vaguedades, de sorpresas y de silencio.

No deja indiferente a nadie; no quiere, de hecho. Vive la vida a su manera: del orden al desorden, de la disciplina al desapego; del amor al desamor; del cariño a la familia y amigos al respeto por sus recuerdos de infancia; franca y abiertamente, sin miedo al futuro, sin rencor al pasado, eternamente anclado al Ahora. Rafa Martín nos enseña que es posible conseguir reflejar en el exterior todo lo que llevamos dentro; ser transparente y único, franco y feliz en el desorden del mundo, tan sólo siendo nosotros mismos, sin vergüenzas ni cortapisas, en cada uno de los vídeos que produce y que brillan con propio resplandor en la eternidad del momento presente, después de hacer un click.

Rafa Martín is an entire man: open, sincere and kind; reveler and calm; sensual and tender; exhibicionist and quiet: with no fears and happy, above all, happy. But any of these adjectives, though real, don’t do the exact equation for him, which personality goes beyond his pictures and his videos, blossoming in the warmth of Now; all his work is just a reflection of his evolution as an individual, a person who is allowed to be in contact with his inner reality and bring it to the surface of his skin and his eyes and his smile.

It’s difficult to resume life in any of its aspects; more so when we get close near one’s man life and we try to define the core characteristics, the feelings and the thoughts of a human being. Rafa Martín doesn’t deserve this anyhow. He invites us with his open smile to his everyday life, an allow us to come close (and ourselves build the limitations of this rapprochement) to his life full of an innocence and pure freedom so stuck on his feelings; and make us desire more and more of the open, unappologetical life he’s living with us. We make a team with him through the joy, sadness, hopes and happiness he’s experiencing; he makes himself the center of his artitiscal expression while he transfers, with the strong force of simply things, the craziness and the dreams of his young life.

He’s a handsome man, attractive and sensual: he knows it and never hides it; more so, he takes care of himself and he knows the value of his looks. But, in him, this cold selfish side of his persona is an exercise of profound and unconscious spiritual quest. Inside of Mi Vida en un Click, his YouTube and Dailymotion channel, he shows how different life can be, the many faces it has as he lays bare onscreen with this kindness and even reserve so attractive, even more so than his powerful looks. He’s young, happy, healthy, good-looking, unashamed, and he’s willing to share with us the joy of life he’s experience in his constant research of the Now.

Rafa Martín is an Internet phenomenon. His video channels, as well as his Facebook and Twitter pages, are the most visited and with the most elevated number of followers in Spain. He rises in others such passionate and unbeliavable pleas; though he’s trying to live all of this with the natural way he has, he knows it and, in a way he’s just willing to live, he likes the attention. I’ve been lucky enough to made contact with him. We’re building a good relationship, made of fascination, respect and mutual admiration; our relationship is based on never pronounced words, tender touches and softly, silky silences.

He leaves no one untouched. He lives life in his way, full of humor, love, friendship, hopes and desires, in the most openess way without any fear, any regret. Rafa Martín shows to all of us that it’s reachable to build and outside as pure and beautiful as the inside, and than the looks, though powerful and beautiful, it’s just a reflection of his inner world, coming through his looks, his smile and his reach of the eternal Now, everytime we watch any of his videos after the initial click.