Mario Testino (1954), fotógrafo peruano de fama mundial, celebra su visión de la mujer, la moda, la belleza y la fotografía, en la exposición temporal Mario Testino: Todo o Nada, en el Museo Thyssen-Bornemisza (septiembre, 2010-enero, 2011, Madrid.)
A través de la luz y de su mirada, plasma el retrato femenino desde el barroquismo sensual de los tejidos a la ligereza erótica de la piel desnuda, demostrando una pasión por la belleza, un gusto por la sensualidad y una sabiduría única para retratar el universo femenino libre de ataduras, ideas preconcebidas y de ilusiones vanas.
Todo en Testino es luz, luz transparente y blanca, que trasluce y transforma facciones, tejidos y expresiones. Ama la belleza y la temporalidad de la moda, por lo que la retrata constante y eterna; la juventud, con la que lucha a través de filtros y retoques; y nos enseña que la belleza se luce, se lleva y se disfruta desde un esplendor único de lo vestido a la delicadeza mediúmnica de un desnudo.
Atravesar las fases del desvestir, en el que la mujer-símbolo se ofrece llena de magnificencia y esplendor (esa Nicole Kidman apoyada dulcemente sobre una mesa festiva; esa Linda Evangelista enredada en una telaraña de encaje carmesí), la mujer-anuncio, que pone en evidencia que el sexo vende y que la sensualidad es un ejercicio de poder, con delicada elegancia o desenfadado descaro (una Kate Moss juguetona y libertina, por ejemplo) y la mujer-cuerpo, con la belleza preciosa y decidida cuya silueta es carne y alma imbricada (maravillosas Jennifer Aniston y Cameron Díaz, en dos retratos que hablan de alegría, sensualidad y libertad, cuyas poses se acercan tanto a la naturalidad que parecen encarnadas ellas mismas allí, en ese espacio palaciego.)
Se puede estar más cerca o más lejos del fenómeno Testino, lleno de princesas y estrellas de cine, de modelos ya consagradas o en pleno auge y expansión; pero la belleza de su técnica, la elaborada puesta en escena donde destaca siempre la luz y el blanco, y en donde todo resalta, el trasfondo y la persona fotografiada, hacen de Mario Testino un artista de nuestro tiempo, que huye del tiempo y se congela en el mismo, para quedarse por siempre.
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El Photobuket estúpido no deja ver algunas fotos.
Han censaurado algunas fotos, las he retirado. Ay, la censura…